El cáncer oral se trata de una condición médica bastante agresiva con un progreso rápido que puede afectar a cualquier zona de la boca, incluidos los labios.
El cáncer es cada vez más frecuente en la actualidad, por ello es de vital importancia reconocer sus factores iniciadores y las lesiones físicas que provoca para poder ponerle un remedio antes de que sus consecuencias sean irreversibles.
Factores de riesgo del cáncer oral
Existen una serie de factores de riesgo que son los que predisponen al cáncer oral, los principales son el tabaco y el alcohol, el tabaco contiene muchas sustancias cancerígenas ya de por sí y si añadimos el alcohol, que actúa como solvente de los productos carcinógenos favorecemos su penetración en los tejidos siendo aún más dañino.
El 93% de los casos de cáncer oral está asociado al hábito de fumar
También están relacionados:
- Los irritantes locales continuos, como puede ser un borde cortante en la boca que actúa arañando la mucosa oral permanentemente, o un mordisqueo constante y exagerado de una zona de la boca.
- La mala higiene y las infecciones por hongos en la boca, son un foco de infección que agrava las condiciones de cualquier lesión bucal.
- Los rayos ultravioleta, afectan al labio inferior sobre todo, por la mayor incidencia en él, provocan lesiones solares como la queilitis actínica crónica, que es una desecación y aumento de grosor del labio que trata de protegerse así de las agresiones solares. Es muy común en personas que trabajan al aire libre, como los agricultores o en profesores de deportes de invierno.
- Tener las defensas bajas nos hace aún más vulnerables al resto de factores de riesgo, ya que nuestro cuerpo no puede defenderse al 100%.
- Lesiones y estados precancerosos: como la leucoplasia o eritroplasia, son lesiones blancas o rojas en la boca.
La mitad de los pacientes con cáncer oral fallece a los 5 años de diagnosticados
¿Cómo se previene el cáncer oral?
Todos estos factores pueden desencadenar una lesión cancerígena que inicialmente es indolora y tiene apariencia benigna, pasando desapercibida, como una úlcera, un área blanca o roja, un bultito o una rajita. Si esta lesión inicial no se resuelve por sí misma en un período de 14 días lo mejor es acudir al dentista y comentarle todo lo sucedido.
Al poco tiempo, se van convirtiendo en lesiones duras, irregulares, que pueden estar ulceradas o no, puede aparecer dolor y ganglios cercanos inflamados. Conforme pasa el tiempo, si la lesión no fue detectada a tiempo o no recibió el tratamiento adecuado, ésta será cada vez más grande y con un peor aspecto, comprometiendo la vida.
La prevención del cáncer oral implica adoptar hábitos de vida saludables y realizar controles regulares. Algunas medidas incluyen:
- Evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol, principales factores de riesgo.
- Mantener una dieta equilibrada rica en frutas y verduras.
- Limitar la exposición al sol y utilizar protección solar en los labios.
- Practicar una buena higiene bucal, incluyendo cepillado regular y uso de hilo dental.
- Realizar revisiones dentales periódicas para detectar posibles signos de cáncer oral en etapas tempranas.
- Vacunarse contra el virus del papiloma humano (VPH), especialmente en personas de riesgo.
Además, es importante estar atento a cualquier cambio en la boca, como úlceras que no cicatrizan, manchas blancas o rojas anormales, y consultar a un profesional de la salud si se presentan síntomas preocupantes.